miércoles, 12 de marzo de 2014

Rituales

Existen rituales que son más sagrados
que muchas religiones
de lucir sotana y guardarse el cepillo.
Como por ejemplo;
El cigarro de la risa y el té con tu sonrisa,
disfrazado de “piti” de descanso…
porque a veces no hay  más calma en el mundo
que la de dejar de contar pasos dados,
-y que vendrán-
sentarse, y simplemente, en silencio
disfrutar de tu propia soledad
-Que no es lo mismo que estar sólo.-

Existe un momento
en que parece que se para el tiempo
pero corre tratando de escapar de la rutina,
mientras miras esa vela encendida
y piensas en cómo sería tu vida
si hubieras cogido aquel tren aquel día,
-O no haberte bajado-.

Existen olores que acarician
y caricias que golpean;
Bares que recuerdan
caídas en la acera,
y besos a oscuras…
Que no dejan de ser rituales
aunque la caída sea dura
y las luces a casa, a veces,
signifiquen llegar al final del túnel de tu cama,
y entrar en el cielo, o infierno, de tus sueños.

Existen pasos vacíos
a casas llenas de amor
que muchas veces es resignación.
Y pasos llenos,
a casas vacías
con espacio para empezar
tus propios proyectos de vida.

Existen gestos que son protagonistas de tus pesadillas,
y voces que te hacen sentir poco cuerdo…
y todo lo unimos  a algún frustrado recuerdo.

Existen rabias repentinas,
risas que descubren la diferencia con sonrisas
y silencios cortos que dicen más
que discursos eternos.

Existen cientos de rituales…
que encienden tus “buenos días”
o dan pié –o no -  a apagarlos con alegría.
y si no encuentro final para este poema,
es porque me vienen miles, millones…

Uno de ellos, escribir con la sonrisa puesta.





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