martes, 24 de septiembre de 2013

No preguntes

No me preguntes en quién pienso mientras escribo.
No trates de comprender por qué a estas alturas no olvido.
No quiero que te pongas en mi piel si no es para acariciarla,
Y tampoco quiero que intentes ver lo que te digo sin decir nada.

A veces mis ojos dicen más que mis palabras,
Pero siempre mis letras dicen más que mis miradas.

Si escribo sobre nostalgias será que aún no estoy del todo lista,
¿para qué?
Para que me desvistas el alma... (del resto quítame todo).

No me hagas decir en quién pienso mientras escribo,
Porque yo no pregunto en quién piensas mientras me lees.

Ojalá un día me quede sin inspiración, o encuentre otras cosas de las que hablar...
Y no nostalgias y (des)amor.

Aún así, no te estoy riñendo… te estoy agradeciendo, a mi manera…

Gracias por enseñarme nuevas poesías que van dejando de hablar de quien no las merecía.





-Para ti, que sin decir muchas cosas con palabras me lo cuentas todo con los ojos.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Isla.


¿Recuerdas aquel invierno en el que fuimos isla?

Pues las palmeras se cayeron, y los cocos rodaron hasta el mismo mar donde emergió la gigante ola que nos tumbó.
Y aquel barco que encalló en ti, arena de isla, se hizo uno contigo;
Mientras yo, tu parte ahogada, voy viendo los recuerdos que quedaron hundidos tras la tormenta.

Está el cofre donde guardábamos las chispas que producían nuestros roces;
Y el mar las ha apagado, pues  aquí tan profundo el agua es agua negra y mala que todo lo destruye, mientras que en tu superficie es cristalina y calmada.

Aquí las corrientes azotan mis cadenas, pero no las rompen,
Y no veo el sol que (puede que demasiado pronto) nos calentó;

Seguro que tu arena blanca no se quema a la sombra de tu barco.
Seguro que ahora sirves de inspiración a pintores,
Que te prefieren con algo más complejo que un par de palmeras.

Supongo que a simple vista fuimos simples,
Pero no sabes lo que ha quedado aquí dentro,
Sumergido a  infinitos relojes de arena que no me prestas,
Y que giro con un toque de corriente pero no pasa el tiempo, amor.

Y aquí en esta soledad oscura y siniestra, en esta calma aterradora,
En este tiempo que no pasa y que tengo que imaginarte brillar…
Quisiera ser gaviota que te ve de lejos,
Y más que verte, preferiría desear no verte, y volar a otra parte.

No a una isla, a un continente tal vez.

O quedarme vagando hasta haberte dejado atrás.

martes, 17 de septiembre de 2013

Prototipo familiar.

No llegará el día en que alguien tenga razón acusándome de “enferma” justificándose en a quién dejo que me bese o a quién quiero besar yo.

No llegará el día porque basándose en eso, no me podrá acusar de nada, ni de loca, ni enferma ni depravada.

A aquellas personas que me miran raro, ya pueden dar la vuelta y mirar a otro lado, que a mí no me afecta, sino que me dan pena, porque los enfermos son ellos, y no ven que el amor no es ningún juego.

No gana quien es infeliz, más bien pierde quien decide vivir así… entre sombras, negando lo que es porque una sociedad de ineptos te obligan a creer que eres diferente.

Soy joven, pero tengo muy claro que si soy “diferente” por amar, y no hacer daño a nadie, me alegro de serlo, y prefiero la supuesta diferencia a considerarme una imbécil, de esos que por desgracia hay tantos… que se niegan a ver cuál es la verdadera realidad.




Que la cuestión está en amar, y no en buscar un “prototipo” familiar.


Hoy... o cualquier otro día

Hoy me voy a perder en el laberinto de las manillas de un reloj, y no voy a salir, y no voy a dejar que me encuentren.

Hoy voy a no pensar, voy a dejar demostrar, y evaporarme en ese espacio que pronto volveré a recordar.
Hoy nos perderemos en el firmamento, en una burbuja aislante de todo lo malo, y traduciremos las horas en miradas y sonrisas, en besos y caricias.

Hoy no seré solo yo, ni solo tú, ni será el mundo entero. Seremos dos en uno intentando hacer momentos eternos.


Hoy te quiero… aunque mañana también.

Creadora de nostalgias.

Siempre utilizaba la frase “tiempo al tiempo”, pero ahora es difícil porque he comprendido que el tiempo no es una medida en sí, si no que la vida pone el tic-tac de los relojes y ahora mis segundos están vacíos y parece que me he quedado sin pilas… hasta el sol que me dice si es mediodía, atardece o amanece no está; llueve, y por muy tópico que sea, es cierto que la lluvia crea nostalgia… ¿Pero qué no la crea ahora mismo?

Hasta la taza de chocolate caliente que estoy tomando me causa tristeza; no había café, la cafetera para dos se estropeó… ¿irónico?
Irónico es que ni siquiera tomáramos café esas mañanas y yo aun así lo eche en falta ahora mismo.
¿Puedes creerte que ya no sé qué echo de menos?
¿Puedes creerte que me ha sonado rara esa frase?
“Echar de menos”…
Como dirían en latino América “te extraño” (porque ahora eres un extraño, algo ajeno que desconozco)
Y aunque desde Brasil suene mejor, sigue siendo triste… “Eu tengo saudade de vocé” (tengo necesidad de ti)

Me atrevería a decir que no puedo decirte esto a la cara; ninguna de esas frases, porque no te echo de menos, pero tampoco de más, simplemente no te echo, no te aporto, no me aportas nada más, no estás… que abstracto resulta aceptarlo.
No te extraño y no tengo necesidad de ti.

Porque no te he perdido, te has perdido… no sé dónde, pero lejos.
Salí a buscarte y me perdí yo.
No te extraño y no tengo necesidad de ti.

Sin embarbo nos echo de menos y nos extraño (que no “extrañamos”).

sábado, 14 de septiembre de 2013

Primaveras

De tanto pensarte se fueron primaveras,

y con ellas las mil flores dispuestas a darme      "si quieros" al final de cada velada en las que pude deshojarlas...

¿Y qué más da si lo hubiera hecho o no?

 Si cada vez que preguntaba "¿me quiere o no me quiere? te lo preguntaba a ti directamente.