Te miro como si fueras un reloj de arena,
que no puedo evitar dar la vuelta,
para que te derrames sobre mí
con tanta ansia como la gravedad hace a esas piedras morder el suelo.
Poco tiempo antes de que se acabe el tiempo,
yo te vuelvo a girar,
y aunque el tiempo siga,
volvemos a no avanzar.
Y me muero por girarte de nuevo,
por sentir el tic-tac en el pecho,
por impregnarme del ansia nerviosa y confusa,
que no se puede evitar.
Y te vuelvo a girar.
Ya puedo relajarme un rato,
sólo hasta que vuelve a quedar un cacho de arena para acabar.
Y te vuelvo a girar.
Vuelvo a revivir tus ganas,
y esas reviven las mías.
Vuelve a ser una carrera,
a ver quién se corre antes,
en la espera de que falte
poco tiempo por acabar.
Y te vuelvo a girar.
Porque no quiero que se acabe nuestro tiempo,
aunque por absurdo que sea
-y sepa-
sólo va en espiral.
miércoles, 26 de marzo de 2014
martes, 25 de marzo de 2014
Esperando al autobús
Cojo muchos autobuses
porque en mi ciudad
llueve mucho,
y si no llueve, me invento alguna excusa para
no caminar,
o el tiempo me roba la calma para llegar
puntual.
Este bus está tardando
demasiado,
faltan varios minutos,
y estoy empapada y con
frío.
Parece que tengo que
esperar por todos los autobuses,
y ¿cuántos habré cogido nada más llegar a la
parada?
Ojalá existiese algún
aparato mágico
que dijera el número exacto de cosas que hemos
hecho,
bebido,
comido,
sentido,
soñado,
dicho,
querido
y desquerido.
Nos sorprenderíamos…
porque seguramente hayamos tenido que esperar
por las mismas cosas que otras veces tuvimos al momento, pero esperar nos hace pensar más.
Esperar nos hace aprender a saber estar.
Las paranoias y
reflexiones no se me acaban,
y nacen unas de otras.
Y no es que tenga
paciencia precisamente…
Pero esperar no es lo
mismo que ser paciente,
Al igual que cuando
quieres y no te quieren,
No signifique que
puedas dejar de hacerlo.lunes, 24 de marzo de 2014
Un metro ochenta.
De ti sé
poco más
Que un
par de muchos besos imaginarios,
Y alguna
foto donde vi
Que te
sienta bien el negro
Desafiando
el luto de algún silenciado recuerdo.
De ti
sé poco más
Que una
sonrisa bonita,
Una distancia
maldita,
Y que
me gustan hasta tus rodillas
Si pienso
que se flexionarán para abrazarme.
De ti
sé poco más
Que no
te gusta andarte por las ramas…
Que los
directos crearían llamas
Si aún
lejos ardo por ti.
De tí
aprendí
Que el
condicional me duele
Porque soñar
me eleva a tu altura,
Y yo
que no soy muy alta,
Me duele
caerme,
Si no
es a modo de caricia en tu espalda,
Cuando dejar
de hacerte la dura.
lunes, 17 de marzo de 2014
Al otro lado
Hace tiempo que esto pasó a ser
"polvo para hoy
He desgastado los
"ni contigo ni sin ti"
pero sobre todo la parte
en la que no estás conmigo
-sin darme cuenta
de que nunca has estado.-
Es triste derribar mis murallas
para ir a tirar piedras
a una que está creciendo
porque tú estás cogiendo mis piedras
y subiendo de altura;
Rompiendo las metas
que trato de poner
a la altura de mi cintura,
pero con tijera y desde lejos
por si te quemo.
Yo lo he intentado,
tú me has ayudado
a no dejar de hacerlo;
Y la triste verdad es
que no me he acercado ni de lejos,
porque no te has dejado hacer
ni la mitad de lo que has hecho conmigo.
De tanto hervir el agua
y echarle hielo,
me has dejado templada.
Soy un juguete
que pronto cubrirá el olvido
al otro lado del muro,
Soy una más,
de las que se quedaron a medias
de camino a tu futuro.
"polvo para hoy
He desgastado los
"ni contigo ni sin ti"
pero sobre todo la parte
en la que no estás conmigo
-sin darme cuenta
de que nunca has estado.-
Es triste derribar mis murallas
para ir a tirar piedras
a una que está creciendo
porque tú estás cogiendo mis piedras
y subiendo de altura;
Rompiendo las metas
que trato de poner
a la altura de mi cintura,
pero con tijera y desde lejos
por si te quemo.
Yo lo he intentado,
tú me has ayudado
a no dejar de hacerlo;
Y la triste verdad es
que no me he acercado ni de lejos,
porque no te has dejado hacer
ni la mitad de lo que has hecho conmigo.
De tanto hervir el agua
y echarle hielo,
me has dejado templada.
Soy un juguete
que pronto cubrirá el olvido
al otro lado del muro,
Soy una más,
de las que se quedaron a medias
de camino a tu futuro.
.
Todo el mundo hablando de la primavera,
y yo pensando en estar a tu vera;
Y no pienso en flores,
si voy a tenerte al lado,
para deshojar las pestañas rebeldes de tus mejillas...
Y pedir, sin perdón ni permiso;
Y desear, como si fueras algo más que un capricho,
que llegue el invierno bajo tu misma manta.
miércoles, 12 de marzo de 2014
Rituales
Existen
rituales que son más sagrados
que muchas
religiones
de lucir
sotana y guardarse el cepillo.
Como
por ejemplo;
El
cigarro de la risa y el té con tu sonrisa,
disfrazado
de “piti” de descanso…
porque
a veces no hay más calma en el mundo
que la
de dejar de contar pasos dados,
-y que
vendrán-
sentarse,
y simplemente, en silencio
disfrutar
de tu propia soledad
-Que no
es lo mismo que estar sólo.-
Existe
un momento
en que
parece que se para el tiempo
pero corre
tratando de escapar de la rutina,
mientras
miras esa vela encendida
y piensas
en cómo sería tu vida
si hubieras
cogido aquel tren aquel día,
-O no
haberte bajado-.
Existen
olores que acarician
y caricias
que golpean;
Bares
que recuerdan
caídas en
la acera,
y besos
a oscuras…
Que no
dejan de ser rituales
aunque la
caída sea dura
y las
luces a casa, a veces,
signifiquen
llegar al final del túnel de tu cama,
y entrar
en el cielo, o infierno, de tus sueños.
Existen
pasos vacíos
a casas
llenas de amor
que muchas
veces es resignación.
Y pasos
llenos,
a casas
vacías
con espacio
para empezar
tus propios
proyectos de vida.
Existen
gestos que son protagonistas de tus pesadillas,
y voces
que te hacen sentir poco cuerdo…
y todo
lo unimos a algún frustrado recuerdo.
Existen
rabias repentinas,
risas
que descubren la diferencia con sonrisas
y
silencios cortos que dicen más
que discursos
eternos.
Existen
cientos de rituales…
que
encienden tus “buenos días”
o dan
pié –o no - a apagarlos con alegría.
y si no
encuentro final para este poema,
es
porque me vienen miles, millones…
Uno de
ellos, escribir con la sonrisa puesta.
jueves, 6 de marzo de 2014
Algo limpio entre tachones
Tengo un poema
que quiere salir y no puede
de la punta del bolígrafo.
Tengo mil tachones
con forma de arañazo en la espalda,
y tengo infinitas páginas en blanco,
esperando ser vestidas del color
que a mí me falta.
Voy a sacar mis pinturas
y ojalá mi primera opción no sea el verde,
-por eso de la esperanza,
y qué coño,
por eso de los ojos que enseguida uno a una mirada.-
La segunda opción sería el rojo,
por eso de la alarma,
del peligro,
de la emergencia,
y de la falta que me hace
descubrirme tras su ausencia.
Y después...
después no sé qué vendrá...
Enterarme de que no sé pintar,
y que siempre me desboco
y me salgo de las normas;
O sacar el color negro
y ponerme a escribir sin más,
de esta forma.
que quiere salir y no puede
de la punta del bolígrafo.
Tengo mil tachones
con forma de arañazo en la espalda,
y tengo infinitas páginas en blanco,
esperando ser vestidas del color
que a mí me falta.
Voy a sacar mis pinturas
y ojalá mi primera opción no sea el verde,
-por eso de la esperanza,
y qué coño,
por eso de los ojos que enseguida uno a una mirada.-
La segunda opción sería el rojo,
por eso de la alarma,
del peligro,
de la emergencia,
y de la falta que me hace
descubrirme tras su ausencia.
Y después...
después no sé qué vendrá...
Enterarme de que no sé pintar,
y que siempre me desboco
y me salgo de las normas;
O sacar el color negro
y ponerme a escribir sin más,
de esta forma.
miércoles, 5 de marzo de 2014
Cajón de mierda
He abierto el cajón de mierda
que una vez más,
pretendo que sea el mismo
que el de tus bragas;
Y es que una vez más,
escribo a la de siempre,
a la única,
a la misma...
A esa inseguridad
a la que busco ponerle nombre,
porque es más fácil culpar
a las promesas rotas,
que a mí,
por crear dramas de cosas insignificantes,
como comparar el desorden del día a día
con llevar desparejados los calcetines,
y que eso sea motivo de sentirme perdida.
Hoy anochezco
como el "seguro" en el cajón;
Mañana a lo mejor me siento
como ese perdido en la lavadora,
o en un cesto interminable de suciedad...
O nunca dejo de ser ambas opciones
que tiendo a resumir siempre en dos,
por eso del "tú" y el "yo"
Cierro el cajón,
que no son horas de buscar promesas desparejadas,
y encontrar calcetines rotos.
que una vez más,
pretendo que sea el mismo
que el de tus bragas;
Y es que una vez más,
escribo a la de siempre,
a la única,
a la misma...
A esa inseguridad
a la que busco ponerle nombre,
porque es más fácil culpar
a las promesas rotas,
que a mí,
por crear dramas de cosas insignificantes,
como comparar el desorden del día a día
con llevar desparejados los calcetines,
y que eso sea motivo de sentirme perdida.
Hoy anochezco
como el "seguro" en el cajón;
Mañana a lo mejor me siento
como ese perdido en la lavadora,
o en un cesto interminable de suciedad...
O nunca dejo de ser ambas opciones
que tiendo a resumir siempre en dos,
por eso del "tú" y el "yo"
Cierro el cajón,
que no son horas de buscar promesas desparejadas,
y encontrar calcetines rotos.
martes, 4 de marzo de 2014
Una noche sin más
Hoy siento que el sábado pasó ligero,
como si volara en las nubes
de la espuma de la birra;
Y las luces encendieran las sombras
que veo en la misma oscuridad.
Desperté incluso fresca,
sin que me quemara la luz dominguera,
que convierte en piedra
las ganas de despertar.
Ha sido una noche más,
o una menos,
de todas las que ya no te sueño.
Ha sido una noche más,
o una menos,
de todas las que no te echo de menos
porque tengo a alguien
que me rellene el vaso primero,
y después las ganas de olvidar.
sábado, 1 de marzo de 2014
Cuando vengas conmigo
No quiero conocerte de noche
para saberte a tientas,
y marearme en tus curvas
o culpar al alcohol de afectarme tanto,
que me de por besare con la lengua dormida
y las ganas en vena.
Quiero explorarte a la cara,
y buscar tesoros en tu mapa,
que también tiene el premio de serie,
el simple regalo de verte,
sin juzgarnos las maneras a distancia,
sin echarnos los tapujos por la espalda,
como si hubiese que darse la vuelta para oírlos.
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