Que tu piel sea la autopista de mis dedos, ligeros como plumas, como el aire de una corriente cálida y vibrante de energía.
Y tu cuello, la cima del delirio, se llene de mis suspiros... que rescaten de la grandeza del mundo, tu olor.
Te incito a ver realidades, porque ahora si te deseo te tengo, ya no tengo que soñarte.
Y el viento traerá recuerdos, pero si has dejado atrás el pasado ten claro que ahora yo seré tu aire, que volaré contigo, y no hay futuro por delante si intentas ver su imagen.
Ahora nace un nuevo presente...y este es nuestro.