domingo, 24 de noviembre de 2013

La llamada que nunca te hice

Sólo llamaba para decirte que es un domingo cualquiera, que me he tomado un par de pares de Martinis… y que me apetece que estés aquí... hablando, riendo… sin hora de volver a casa y despedirnos, tal vez sería hora de volver a casa y hacernos el amor como antes… con sabor dulce de Martini, y gritos verde aceituna, todo eso sumado a tu piel harían una mezcla empalagosa para otros… pero a mí siempre me ha gustado el dulce.

La cuestión es que me encantaría tenerte aquí, resolver nuestros conflictos y librar nuestras batallas, esas que tantas lágrimas derramaron, con 3 o 4000 risas… quitándoles la importancia que no se le puede quitar, pero no sé, hoy me apetece dejarlo todo aparte y mirarte a los ojos y ver lo que vi en su día; aunque me da miedo volver a amarte así, como te amaba, y no como te amo ahora, sin esa obsesión enfermiza de ser para ti más que ser para mí.

El caso… y para resumir.

Que es un domingo cualquiera… pero no sería cualquier domingo si te tengo al lado, o enfrente, o debajo.

Siento (no) haberte llamado.



Es el Martini, que me recuerda a tus besos dulces pero que luego dejan resaca.
Y es que esta resaca de ti no se me termina de pasar…
 Será que la resaca se pasa bebiendo o besando más y será que hace tiempo que no me besas.
Ojalá no haberte probado nunca… O haberte probado para siempre.

Un beso.

Click.



-Pi Pi Pi… Pi Pi Pi-


No hay comentarios:

Publicar un comentario