jueves, 20 de febrero de 2014

Viaje de madrugada

Hoy te pensé como si fueras uno de esos viajes
En los que madrugas, y con sueño recoges tus maletas,
Sales a la calle,  y se respira calma...
Y tú serías ese silencio que te dice adiós.

Hoy te pensé como si fueras ese sueño que se te pasa
Al lavarte la cara o al salir a la calle y sentir frío,
Como cuando te pesan los ojos y la luz quiere cerrártelos,
Y tú vences la pereza y te desvelas,
Un día más, en soledad.

Hoy te pensé como ese latido que suena
En esa calma del amanecer,
En esa brisa temprana que huele cambios,
En ese tramo en donde estás sólo
Pero te sientes muy acompañado por ti.

Y piensas en compañía, en una en concreto,
Que no quieres pensar, pero es cierto,
Y volví a verte junto a mí.

Hoy te pensé porque me vino un olor
Que ni siquiera era el tuyo, pero yo quise que lo fuera
Al menos durante un minuto…
Luego se me ocurrieron estos versos,
Y pensé que a lo mejor ya sólo te pienso como si fueras poesía.
Y aunque te lo dije un día,
No me daba cuenta de que no toda es dulce.
Y yo ya llevo tiempo echando sacarina
A este café amargo que se me ha quedado frío esperando por ti.

Hoy te pensé y se me olvidaban detalles,
Sentí frío tu cuerpo, me olvidé de tu aliento.

Hoy te pensé, y le di un trago a la cerveza,
     y otro a  la copa,
           me bebí un chupito,
                      y brindé por ti…

Igual que tantas otras veces que lo hice por nosotros,
Igual o más que tantas otras que me quise convencer
de que lo hice por mí.


Has pasado a ser mis viajes de madrugada…
Donde esa calma me hace pensar.
Has pasado a ser el  insomnio que no me deja soñar,
O que me hace estar soñando constantemente.
O que sin más me aburro y me vienes a la mente
Para poder tener algo de lo que me pueda quejar.

La espina clavada,
El clavo que ya había sacado a otro clavo,
Y que parece que no logro sacar,
La herida,
La cura,
La caricia y la ternura, que no me volviste a dar.

Has pasado a ser mis viajes de madrugada,
Mi amargura a las cinco de la mañana
Cuando llego sola a casa
Y no tengo a quien abrazar.

Mi excusa perfecta para decir que no a labios,
Que no me apetece besar si no es por besar.

Has pasado a ser mis viajes de madrugada,
Donde salgo de alguna parte,
Y aún no sé a dónde voy a llegar.



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