Escribo en pasado,
y ya no veo ansias de futuro
en mis letras.
Se transforman mis gestos,
y a veces me siento anciana,
sin ganas de empezar nada...
por no saber cuándo acabará.
He madurado de golpe,
y caí del árbol rompiendo mi fruto,
dejando entrar a los bichos.
Tal vez sea esta la primavera en que germine
y vuelva a nacer la tercera generación de mí,
en forma de cerezo.
Y digo cerezo,
porque sus flores son bellas
y su fruto sabe bien,
pero en invierno se queda mustio,
hasta que vuelve a florecer.
Qué largo me está pareciendo este invierno.
Qué frío me ha parecido el sol...
Yo ya no quiero ser árbol si no me van a regar las caricias,
si ya no voy a poder curar el dolor.
Yo ya no quiero ser árbol si llevo tallado en mi tronco
iniciales de gentes importantes,
que parece que ahora sólo causaron dolor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario