Cuando te tengo delante todo parece poesía,
e imagino tu cara dormida,
o en silencio,
buscando que lo rompa con un beso,
porque callarte ya lo haces tú.
Cuando te tengo delante a veces me apetece tenerte detrás,
para que me abraces por la espalda,
dejando las armas donde pueda verlas,
justo en mis ojos, o en mis caderas
a modo sorpresa.
Cuando te tengo delante en realidad estás en las letras.
En los poemas que encuentro,
o en los papeles que busco para plasmarte,
sin querer ponerte cara.
Sueño despierta...
Y agarro el bolígrafo... como si cada palabra
te trajera un poco más de vuelta.
tienes versos mágicos!
ResponderEliminar