Tienes
voz de fumar mucho a solas,
De aguantar desastres naturales a oscuras,
Por imaginar
gente desnuda,
Lejos
de ti,
Y cerca
de otros.
Tienes
voz de tragarte palabras amargas,
Pero de
soltar muchas gracias,
Con
risas de respuesta, y no “de nada(s)”.
Acuérdate
de que así como se terminan los cigarros,
Los
suspiros no tienen más fin
Que el
que tú quieras ponerle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario