Hay ojos que se cierran cuando quieres quedarte mirando,
y otros que se abren cuando no quieres sentirte observado.
Y pueden ser los mismos pares.
Hay heridas que no podemos curarle...
que debe ser ella sola la que te pida
"Hoy no te vayas a otra parte."
Y ojalá que te lo pida... pero no sólo hoy.
Yo le diría: Quédate.
Y haz que deje de buscar suplentes
que acaricien tramos de olvido por
mi espalda.
Crea nuevos caprichos,
nuevos recuerdos...
enséñame tus armas
y déjalas descargadas en mi ombligo.
Inclínate debajo,
a modo reverencia... o indecencia
y haz que se me escape algún suspiro.
Y ríndete a la evidencia de que te quedarías ahí,
consolando los kilómetros con caricias
que borrarían del mapa hasta centímetros.
En esta nueva etapa de mi vida,
en este tramo ascendiendo al cielo que llegamos todos...
yo alcancé la cima un poco más abajo de su cintura,
pero sólo por hoy,
veremos
mañana
si
se
hace
la
dura.
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