miércoles, 11 de diciembre de 2013

Sigo sin acostumbrarme

Es su forma de gritarle al mundo 
"aquí estoy" la que me idiotiza,
porque lo grita callada,
sólo que yo silencio al resto
sólo para oír por dónde pasa.

Y aún hoy, prefiero decir
que sigo sin acostumbrarme
a que sea la hora que sea,
siento que llego tarde...
Porque el reloj me lo dejé
de espía en su mesilla,
y desde entonces, 
el tiempo está contando
una a una sus colillas.

Y aún hoy, prefiero decir
que sigo sin acostumbrarme
a que me desarme de esta forma...
porque es más fácil llamarme a mí imbécil,
que a ella llamarla zorra.

Y eso que es la más astuta de todas,
y a la que mejor le queda no llevar nada...
que su mejor prenda es el traje de inocencia,
para arrancárselo a mordiscos,
y dejar que ella me muerda la conciencia.

Y aún hoy, prefiero decir
que sigo sin acostumbrarme
a intentar mirar sólo al horizonte,
si ella está en todas partes.
Y la veo ahí a lo lejos,
pero se asegura bien 
de que por muchos pasos que de
siempre quede fuera de mi alcance.


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