miércoles, 30 de octubre de 2013

Y en el porno hay poesía.

Podría  hablar sobre sexo sin pudor de decir “coño”,
Sin embargo no tengo que decirlo para conseguir que imagines de qué hablo.

Que imagines lo que es el fuego en forma de escalofrío,
Y el dulce olor del combustible del sudor de los dos cuerpos,
Los gemidos al oído son mi canción preferida,
Y que tiemblen todos los temores si te tiemblan también las piernas.

Que a veces toda la música que sale de tu boca se calla,
Y con suspiros cortados se enciende de nuevo la llama.

De pronto el fin es sólo el principio.
De pronto las lenguas son cálidas y acarician lo que las manos
Envidian no poder hacer.

Besar… anestesiar… poner los ojos en blanco, o cerrarlos,
Da lo mismo, nadie te juzga, haz lo que quieras
O lo que yo quiera.

Que aquí no hay leyes,
Que bajo el edredón todo es anarquía, libertad… 
menos para tus labios
Que aquí debajo, son sólo míos.

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