Échame de tu casa,
échame de tu día a
día,
échame de dónde
creas
que sobre, vida
mía.
Échame de tus
labios,
échame de tu
tacto,
échame de tus
manos,
ahora frías.
Échame del brillo
de tus ojos,
échame de tu mente
retorcida,
échame de la parte
de ti,
que sabe qué
necesita.
Pero ante todo,
Échame de
menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario